A través de un comunicado, la ministra de Exteriores, Mélanie Joly, condenó las violaciones a los derechos humanos y la represión tras el fraude electoral del domingo: “Los ciudadanos no pueden ser objeto de represión o represalias por ejercer sus derechos democráticos”
A una semana de las elecciones en Venezuela, el Consejo Nacional Electoral (CNE) chavista aún sigue sin difundir las actas, mientras crece la presión internacional sobre el dictador Nicolás Maduro para que respete la voluntad de los venezolanos. En medio de un clima de inestabilidad política y social, y tras varios días de una brutal represión que ya se cobró la vida de 11 civiles, el jerarca chavista aseguró este domingo que está “dispuesto a todo” tras el fraude electoral.
La organización Foro Penal reportó, hasta el momento, un saldo de 988 detenidos y 11 muertos en el contexto de las protestas que comenzaron el 29 de julio, un día después de los comicios.
Asimismo, varias organizaciones no gubernamentales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, exigieron el fin de la represión y la liberación de los detenidos. En esa línea se pronunció un grupo de ex funcionarios chavistas que, a través de una carta, pidieron a los presidentes Lula, Petro y AMLO, interceder ante el dictador para poner fin a la violencia en el país.
Por su parte, este domingo la Unión Europea emitió un comunicado en el que expresó que los resultados publicados por el CNE chavista no pueden ser reconocidos “sin pruebas que los respalden”.